martes, 29 de marzo de 2011

Un cuento corto para dormir...

Un cuento corto para ir a dormir, pedía Alexia a su madre que revisaba unos documentos importantes sobre la mesa de la cocina, pagos con el letrero de URGENTE por un lado y cartas de los bancos que exigían una respuesta, económica obviamente de préstamos realizados por el otro. Ahora no hija, ve a ver la tele un rato y luego a la cama a dormir cariño, decía la madre preocupada por el mañana que se les venía hoy encima. Yo estaba sentado en la sala, en el sillón azul de siempre, me pesaba ver a mi mujer angustiada, pero no movía ni un dedo para ayudarla, solo permanecía ahí, estático en el mismo lugar en que acostumbraba.
  Alexia se sentó junto a mi lado, yo la observaba y ella solo me miraba, inspeccionando mis ojos, esperando que me levantara para que acompañara a su madre o mejor aún, para que le contase un cuento corto para dormir. En la televisión había un programa acerca de animales, a mi me gustaba, pero mi hija había decidido que era aburrido y que por ende era preferible ver unas caricaturas, que no me desagradaban. La noche pintaba para ser larga, entre espontaneas risas que se le escapaban a la pequeña niña y entre silencios que permanecían de un hombre accidentado, cubierto por vendajes manchados de sangre que solo podía observar su desgracia.