jueves, 4 de noviembre de 2010

Sé que lo lamentas, yo no, pero tú sí...

Sé que lo lamentas, yo no, pero tú sí. Es de noche y bajo un claro de luna escuchamos una sonata para piano de Chopin, el vino es rojo y yo observo como es que se desliza por esos labios aún más rojos, sensuales al gusto. Tú me dices que esta vez habrá que cambiar la rutina, yo expongo que a mi me gusta la rutina, tú no sabes que yo estoy harto de la rutina y que esas palabras hacen danzar mi corazón. La música continua y entre nosotros existe un silencio que armoniza toda la bella escena, vino, luz de luna, Chopin y esos labios sensualmente rojos...