sábado, 16 de octubre de 2010

Y yo ya no estaba en el mundo real...

Mírame a los ojos cuando te hablo, dijo y me sostuvo el rostro con sus toscas manos. La cena comenzaba a tomar matices desconcertantes, yo ya no escuchaba bien, era como si me hubiera abstraído del mundo, ya no prestaba atención a todos sus reclamos, las demás mesas seguían con sus platicas habituales, los meseros pasaban junto a nosotros, nos miraban con desagrado sutilmente. Una hermosa pieza musical empezaba a embriagar el ambiente, ya no estaba en el mundo real, me sentía bien, me sentía tranquila, amada. Mis ojos aún estaban fijos en los suyos, bajé la mirada por descuido en un momento y en otro me encontraba en el suelo con un hilo de sangre brotando de mi nariz y la boca destrozada por una cachetada, el tiempo se detuvo, todos nos miraban y yo ya no estaba en el mundo real...