viernes, 27 de agosto de 2010

Por qué las personas ven extraño a un extraño con una rosa en mano...

Por qué las personas ven extraño a un extraño con una rosa en mano, como si aquel símbolo lo hiciere resaltar entre miradas de ternura, duda, rechazo, simpatía y sin olvidar indiferencia, no es que yo lo haya vivido sino que he sido de aquellos que miran...

Inspirado en su belleza tomó un pedazo de papel...

Inspirado en su belleza tomó un pedazo de papel, un lápiz que no había usado desde la preparatoria y comenzó a escribir sus primeras líneas: "El amor en soledad...". Paralizado en su pensar volvió su imagen a sus pupilas dilatadas, ya no solo era inspiración, era algo más, así que lanzó el lápiz hacia sus espaldas, dejo el papel en su escritorio, avanzo lo más rápido que pudo hasta llegar a donde ella descansaba, abriendo la puerta con cuidado contemplo su delicada silueta en la obscuridad, con el corazón revolcando en su pecho quería gritarle cuanto la amaba, pero el silencio se hizo presente con una lagrima que recorría sus mejillas arrugadas por una sonrisa. Con la agitación de por medio volvió a su escritorio donde apenas se leían cuatro palabras, tratando de tranquilizarse para evitar algún accidente, decidió mejor ponerse a buscar el lápiz para continuar con sus versos, debajo de una mesa que sostenía aquel viejo juego de té, bajo el librero que asomaba un par de títulos publicados en el 2010, pero en vano. Sentado ya frente al papel con cuatro palabras comenzó a desesperar, su pensamiento en ella hacia que su inspiración se gastara solo en imaginar toda una novela dedicada al amor y a la soledad sin que él pudiera ser algo al respecto, las ideas no dejaban de fluir, no sabia como detener aquel martirio, pensaba que quizá podría ser lo ultimo que escribiría y no podía ser un espectador mas de aquellas batallas y romances que pasaban por su cabeza, tenia que escribirlas de cualquier forma.


  Despertó con el sudor corriendo por su rostro, no habían pasado ni cinco minutos cuando hubo perdido el conocimiento debido a la presión y a la angustia que había sufrido, intentando recobrar el aliento se sentó de nuevo en su escritorio, las mismas cuatro palabras, sintió miedo, las ideas ya no fluían como hace unos instantes, cabizbajo se dirigió hacia donde ella descansaba, abrió la puerta y la luz de la lámpara de mesa estaba encendida, su amada estaba despierta, con los ojos cansados y tiernos le hizo un gesto invitándolo a descansar con ella pero volvieron sus pupilas dilatadas tan solo con verla, inspirado en su belleza trato de regresar a su escritorio donde aquellas cuatro palabras lo esperaban pero un dolor intenso corrió por su pierna derecha, apoyado en su bastón sabia que era inútil regresar, las ideas fluían nuevamente, y con el corazón acelerado dio la media vuelta, cerro la puerta y se dirigió hacia la lámpara para apagarla, se acostó junto a su amada y en la obscuridad se escucho: “Inspirado en tu belleza hoy solo me alcanza para decirte que te quiero…”.

  Llevaba más de 18250 noches haciendo lo mismo y aun cuando al principio le escribía novelas completas en una noche hoy solo le alcanzaba para decirle que le quería, tal vez era menos pero quizá era mucho más…