miércoles, 8 de diciembre de 2010

Mientras yo...

Preparándome, con la cara blanca y la nariz roja respiro hondamente, contengo un momento el aire para buscar una luz brillante y el tiempo pasa, las personas viejas o enfermas mueren en hospitales, hogares y calles, los nuevos en el mundo llegan a manos de personas, de bata blanca o de ropa casual, los reciben con profesionalismo o como última instancia para después son entregados a los felices y no tan felices padres.  Los arboles crecen lentamente mientras, las personas pasean por un parque verde o uno lleno de asfalto con más prisa unos que otros y, en algún lugar una pareja se hunde en las profundidades de una cama, haciendo el amor o viendo la tele, otra pareja que, esta cenando románticamente a la luz de las velas o en las salas de sus casas o departamentos con luz artificial, platican de su vida, de su día o que ni siquiera cruzan palabra reponen diez años de matrimonio o aguantan la inminente separación. Algunos niños juegan en sus casas o en las escuelas durante el recreo mientras que otros, abandonados a la violencia de la calle aprenden a usar un arma y a ver cómo funcionan las sustancias psicóticas en el cuerpo. Alguien termina un libro mientras otro lo empieza, sea escrito o leído, alguien se disculpa mientras otro discute algo que después se dará cuenta de que no vale la pena o lleva la discusión hasta instancias extremistas mientras yo, por fin miro el sol y estornudo.