jueves, 19 de agosto de 2010

La seriedad se veía acostumbrada por la belleza que lo rodeaba...

La seriedad se veía acostumbrada por la belleza que lo rodeaba, por la felicidad que la hacía sonreir y por cada sufirmiento que le causaba, aguantaba, soñaba, sentía, volteaba hacía aquella belleza y las lineas de expresión se marcaban en su rostro, ya no era seriedad, ya no era costumbre, ya no sabía lo que era, pero le gustaba...