jueves, 2 de septiembre de 2010

Era media noche y los pecados se sentaron para la cena en una mesa increíblemente antigua...

Era media noche y los pecados se sentaron para la cena en una mesa increíblemente antigua, la lujuria comenzó su discurso hablando de la noche, de la carne servida y de los cubiertos que utilizarían para comerla, para entonces la gula ya había empezado a devorar un pedazo de pan, un gran filete y una copa de vino, la envidia, molesta por la actitud de la gula, le quito del plato toda la comida que tenia contemplada para la cena, era bastante y ya había un desacuerdo en la mesa, la ira parecía tomar un color de intenso rojo pero no hubo actuado para poner "orden" ya que la avaricia, por medio de engaños tomo partido para que fuera él quien sirviera, quizá de ese modo podría quedarse con la mayoría. La pereza se divertía bastante con aquella escena aun con los ojos entrecerrados, su sonrisa era burlona y no se supo si iba a carcajear o a bostezar cuando el susto tranquilizo a todos, la soberbia, harta de todo clavo un enorme cuchillo sobre la mesa y se expreso con la siguiente frase: "hijos míos, guarden silencio, que yo voy primero", todos rieron y continuaron cenando como acostumbraban siempre...