lunes, 8 de noviembre de 2010

Era de noche, habíamos bebido un poco de más...

Era de noche, habíamos bebido un poco de más. Después de una fiesta mediocre creímos que sería mejor descansar, así que al llegar a la casa nos deshicimos de los incómodos zapatos de vestir y entramos a la cama sin quitarnos la ropa. Comenzamos a hablar, ella decía que yo apestaba a aristócrata y yo reía sin mas. Nunca he entendido muy bien su sentido del humor, pero me agradaba que me hiciera reír. Yo intente seguir su juego y comente que tenía razón, que sería lo mejor si me metiera a bañar y me restregara el jabón hecho de rosas y vainilla que ella usaba. El silencio se apodero de la habitación, su rostro denotaba una molestia por mi comentario, quizá debía disculparme, pero una carcajada se apodero de la muda escena. Era hermosa, yo la contemplaba sin que ella lo notara, siempre me preguntaba que qué era lo que veía, nada decía yo. Ella se acerco casi hasta estrellarse contra mi, beso mis serios labios y se acomodo en su lado de la cama, estaba cansada y se disponía a dormir.

  Esperando para que se durmiera yo reparaba todo lo ocurrido en la fiesta, el insulto a mi jefe, la cachetada a mi supervisor y todo el discurso sobre la degeneración de valores que representaban todos los presentes. Una sonrisa modifico mi rostro, había hecho lo que yo no me atrevía y que anhelaba hacer, obviamente no volvería a trabajar en aquel lugar y eso me divertía aún más.

  Ya dormía aquel sueño a mi lado, sus asperos ronquidos la delataban, siempre me pareció tierna al permanecer inmóvil, como quien descansa con una tranquila consciencia, la tape hasta el cuello con la cobija y me levante para tomar un baño. Abrí la puerta de forma que esperaba que no despertara, pero en el momento de, abrió los ojos y dijo que me amaba, respondí que volviera a soñar y cerré la puerta.

  El sonido del agua retumbaba en mi cabeza, me preguntaba si había sido correcta mi respuesta; "que volviera a soñar", tonto, porque había dicho algo así, debí haber respondido que yo igual la amaba, de verdad lo hacía y eso me hacía sonreír de nuevo. De pronto vi su jabón, por un momento pensé que sería una tontería si lo usaba, pero después resolví que quizá ni siquiera lo iba a notar. Un nuevo pensamiento surgió en mi mente, ella era la parte que a mi me faltaba y era mucho mejor en todo, entonces por qué amaba o decía amar a alguien como yo, no quería ser un obstáculo en su camino, tenía mucho potencial y yo la limitaba.

  Al salir del largo baño me acurruque a su lado, ella de inmediato volteo y sus palabras se clavaron en mi "sé lo que haces y lo que no también" dijo, mi semblante palideció, aquella mujer me conocía incluso mejor que yo a mi mismo, sabía de mis pensamientos y a continuación dijo: "has usado mi jabón". De nuevo, aquella sonrisa volvía a mi, ella me devolvió el gesto y se acomodo para volver a dormir. Yo estaba en la misma posición cuando salio de mi boca un "te amo..."