jueves, 7 de octubre de 2010

Ya no recordaba cuanto es que me gustan sus manos...

Ya no recordaba cuanto es que me gustan sus manos, la delicadeza en su tacto unida a la suavidad de su tersa piel, las uñas mal pintadas y una ligera sonrisa de vergüenza, los dedos dadivosos y las palmas que ya no quiero soltar...